Pues no, no lo es... ni de lejos, además. Y resulta más frustrante sabiendo que el director es el gran Daniel Sánchez Arévalo, autor de la magistral AzulOscuroCasiNegro y de la sorprendente Gordos.
Porque uno no se espera una comedia tan sosa, chusca y fácil como Primos si él está dirigiéndola.
Vuelve a confiar en el tándem de su "ópera prima", Quim Gutiérrez y Raúl Arévalo, y mientras éste último borda su papel (como viene siendo habitual es todos sus trabajos, todo sea dicho), a Quim Gutiérrez lo encuentro estancado, no veo mejora alguna desde su gran debut protagonista. Digamos que no me lo acabo de creer en comedia definitivamente y me gustaría verle en algún papel serio porque creo que, en el fondo, es buen actor, sólo que no encuentra su registro y su vis cómica no convence.
Más sorprendente, en el sentido positivo, ha sido ver a Adrián Lastra en un interesante papel de problemático e hipocondríaco joven, el cual es muy propicio para caer en la estridencia y que, sin embargo, cuadra perfectamente de manera contenida y sensible, sobre todo en su relación fraternal con el más benjamin del reparto.
De las chicas protagonistas poco que decir porque se han quedado con los papeles menores, sin sustancia alguna.
Y diréis, muy bien, los actores ya vemos cómo han trabajado, ¿pero la peli en sí? Pues lo dicho: poca cosa. Todo gira en torno a un abandono en el altar y el regreso al pueblo a la conquista de la primera novia. A partir de ahí el guión se divide en tres historias paralelas, a cual menos interesante y más artificial.
Y lo peor de todo: apenas hace gracia.
NOTA: 4
LO MEJOR: las actuaciones de Raúl Arévalo y Adrián Lastras
LO PEOR: que, por desgracia, me recordó mucho a Que Se Mueran Los Feos (numerito musical ridículo incluido)
Para más información: Primos
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