Se trata de un espectáculo donde destaca más la escenografía y el hilo conductor que los propios trucos de magia. Consta de un repaso a la historia de la magia en el mundo del cine: Houdini, Georges Méliès... rescatando el Mago Migue muchos de esos trucos.
Casi todos ellos nos sonarán y no encontraremos nada original en ellos, por lo que hasta el número de cartomagia (que es donde realmente destaca este mago) no comenzaremos a disfrutar del show plenamente. Quizás ahí esté el punto débil de esta performance. El punto fuerte: una escenografía y música muy cuidada, inusual en espectáculos de magia, y una iluminación y sucesión de imágenes y vídeos sorprendentes.
Os dejo un vídeo de uno de sus números de este espectáculo, rememorando aquellos legendarios trucos de cortar personas:
PD.: Normalmente el Mago Migue suele preestrenar sus espectáculos en el teatro de Peligros, donde vimos este AluCine, un teatro espléndido y muy cómodo. Sin embargo, todo se empaña si la mitad de la audiencia son niños de menos de 10 años. Su nivel de atención es prácticamente nulo, pero parece que los padres no lo han captado aún (yo tardé un minuto en darme cuenta). Dos horas son muchas para esos chavales del demonio.
Consejo a los padres de un no-padre: si decides libremente tener hijos, debes saber que hay cosas que ya no puedes hacer, es un sacrificio. E ir al teatro con todos tus hijos es una de esas cosas, porque molestan, tanto al público como al artista que es peor. Y si no se callan, pues te los llevas y dejas a la gente en paz... y si no, haber usado condón o haberte quedado en tu caso. Y es que ya lo decía mi padre: Herodes era un santo...
Un video estupendo, siempre pensé que gravar éste momento sería ideal para buscar el "truco"
ResponderEliminarde éste ancestral número, que aunque lógico, siempre me sorprende.
Pero Deivid, que harían los magos sin la inocencia e ilusión de los niños??? imagina ése mismo momento sólo con adultos, con 200 ojos entreabiertos enfocando el punto clave en el que realizas el truco, el punto clave en el que dejas vislumbrar el cambio, donde se puede apreciar esa sábana que cubre todo... cuanta tensión habría en ese momento... en cambio, con los niños, tienen garantizada el espectáculo, actuar para 200 ojitos abiertos sorprendiéndose en cada momento y creyendo que eres el mejor, que realmente haces magia y que existe, que acaben con ese "Ohhh" una vez hecho el truco, y que sueñen con ser como tu de mayores, que sueñen que realmente es verdad lo que pasa, y que tú se lo has mostrado.
Es el mago quien debe mantener entretenidos a niños y mayores, he visto magos que los tenía boquiabiertos desde el principio al final, desde el primer minuto hasta la segunda hora. No es culpa de los niños, su único pecado es no saber disumular. Ni de los padres, que quieren enseñarle todo lo que pueden y desean que sus hijos pasen un momento feliz.
La magia es para los niños, los trucos, para los demás.
P.D. la calidad del video es sorprendente.
P.D.2. prohibido renunciar a ningún sueño, por descabellado que parezca.
Créeme, ni aunque ese mago hubiese hecho resucitar a Espinete, esos niños no se iban a callar... de verdad, que te aseguro que nunca había vivido nada igual, es que "dieron por culo" hasta extremos insospechados: hablar, moverse, llorar, gritar... y muchos niños, no sólo un grupito, desde el minuto 1, es que no dio tiempo de que el mago les enganchase con algo... un público difícil
ResponderEliminarPara mí que la resurrección de Espinete no ayudaría mucho, más que nada por la época en la que estamos, que los niños pueden conocer perfectamente a los teletubies, bob esponga,o kitti pero Espinete y el chavo del ocho se quedó para nosotros.
ResponderEliminarOye, has visto el truco en el video? algun resquicio donde se intuya la cruel verdad de la magia?
P.D. prohibido renunciar a ningún sueño, por descabellado que parezca.
Sólo se me ocurre que el chaval del truco sea contorsionista y se doble para quedarse en una de las dos mitades... aun así está muy logrado el truquito.
ResponderEliminarC´est la vie................ y la tenía pequeña!
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