domingo, 19 de febrero de 2012

NO HABRÁ PAZ PARA LOS MALVADOS... pero sí habrá Goya para Coronado

No esperaba yo encontrarme con una peli que se le acercase tanto a mi gran favorita para los premios Goya de este año, que es la almodovariana La Piel Que Habito. Y es que No Habrá Paz Para Los Malvados es una película fantástica, con gran empaque, un thriller policiaco de manual, espléndido en guión, abundante en violencia y enrevesado en trama. 
No hay un ápice de debilidad la historia que dirige Enrique Urbizu con gran maestría: un inspector se ve envuelto en una doble investigación, la suya y la de otros compañeros, que se cruzan constantemente y de las que él puede verse salpicado.

La peli es de una factura brutal, no oscura, pero sí algo sucia, lo cual ayuda mucho a entrar en el juego que nos propone el director. Esa mezcla de asesinatos de prostíbulos con narcotraficantes y terroristas islamistas, mil veces vista, pero con una vuelta de tuerca más que es la implicación del protagonista más allá de lo deseable. 
Además, está rodada de tal manera que da la impresión de una realidad demasiado cercana a un hecho histórico que todos conocemos.

Y todo ello con un elenco de actores muy convincentes, sobrios hasta el máximo en los personajes policíacos y tópicos a más no poder en el grupo de "malhechores". El trabajo de todos ellos es brillante y le da un empaque necesario para la credibilidad de la historia. Y eso que, a priori, la elección del protagonista es un poco polémica.

Porque hay que ver la de veces que se ha tachado a José Coronado de gafe, sobre todo en el género televisivo, aunque no sin razón porque, claro: Código Fuego, Los 80, RIS Científica... en fin, que muy acertado no estuvo; sin embargo, nunca le han faltado ofertas y trabajos. Y, hombre, tanto va el cántaro a la fuente que al final pues surge un papel que le viene como anillo al dedo. 
Ahora bien, también hay que ser un actor como la copa de un pino para bordar, como borda, al protagonista, el inspector Santos Trinidad
Y estamos hablando de un personaje absolutamente detestable, rudo, alcohólico, salvaje... vamos, todo un caramelo que el señor Coronado no ha desperdiciado porque realiza la actuación más enorme desde, quizás, el Luis Tosar de Celda 211. Y, obviamente, esto va a significar el premio Goya a mejor interpretación masculina, sin lugar a dudas.

Por lo demás, una nueva queja hacia las nominaciones de los premios de la Academia: ¿qué ha hecho Juanjo Artero más que su compañera Helena Miquel? Es que no lo puedo entender. Ambos están espléndidos como investigador y jueza, pero la sorpresa que proporciona Helena (que, por cierto, es la cantante del grupo Delafé y Las Flores Azules, muy querido en este blog) con ese magnetismo y esa seguridad que transmite en todo momento es absolutamente destacable (y qué increible parecido con Naomi Watts). Olvido imperdonable.

Pero que esto no mitigue en nada la impecable factura y el perfecto ritmo de esta película, que es una digna y brillante muestra de por donde debe caminar el cine español si no quiere ahogarse en despilfarros que tarde o temprano van a verse cortados.

NOTA: 8
LO MEJOR: José Coronado, actuación mayúscula, y Helena Miquel, la verdadera revelación. El guión y la dirección de Enrique Arbizu son admirables.
LO PEOR: quizás peca de violencia artificiosa en algunos momentos, amén de un punto de despiste a mitad de metraje porque son demasiados datos para el espectador.
Para más información: No Habrá Paz Para Los Malvados

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