El viernes se presentaron en la sala Granada 10 dos de los miembros de la nueva ola de humor televisivo en este país: Raúl Cimas y Julián López, de Muchachada Nui, una suerte de Monty Python a la española, más concretamente a la manchega.Todos los conoceréis por el programa Muchachada Nui (y el precursor La Hora Chanante), una mezcla de humor tonto e inteligente que revolucionó en su día Internet al ser uno de los primeros programas que eran colgados integramente en su web.
Pese a las recientes críticas negativas a su nuevo proyecto, Museo Coconut en Neox, la sala estaba a reventar; de hecho, puedo asegurar que había más gente de lo que realmente el aforo permite, lo cual me produce insatisfacción por lo que no pude disfrutar al 100% e indignación por lo que podía haber ocurrido en un momento dado (y hubo un aviso: desmayo de una chica).
El espectáculo, a pesar de las incomodidades por la marea humana, fue fantástico y, además, creo que se agradeció que los chascarrillos suyos de la tele no centrasen las más de dos horas de show. Fueron un diálogo y dos monólogos muy brillantes y cotidianos, con los que la gente disfrutó, prueba de ello la gran ovación final. Quiero suponer que los que estaban cerca del escenario disfrutarían el doble o el triple que los que estábamos en los palcos del gallinero (todos de pie, eso sí), por lo que podemos darles un notable alto a los protagonistas.
Mi humilde opinión: me parece mucho mejor cómico Julián López, pero creo que en esta actuación Raúl Cimas está por encima, sobre todo en la improvisación fue un auténtico genio.
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